Caerse, levantarse. Volver a caer y volver a levantarse. ¿Veces? Muchas. ¿Cansancio? Inimaginable. Y a la trigésima pregungarse “¿Sigo o abandono?”. Pero antes de contestarme ya me encontraba en el suelo de vuelta. Y venga arriba otra vez. Y venga al suelo otra más. De arriba abajo y de abajo arriba, todo el rato, sin…